Resolvi postar essa mensagem em espanhol, para que alguns amigos meus que hoje vivem pregando o evangelho em outros países como Honduras, Espanha, México, Estados Unidos, Argentina etc.. possam também participar do meu blog, depois postarei a mesma mensagem em português!
… Un ejemplo de perseverancia y que a pesar de todas las contrariedades no se dio por vencido fue José. El padre de José era Jacob y este le tenía en gran aprecio, pero sus hermanos no, muy por el contrario le tenían envidia.
En una ocasión José tuvo un sueño y lo contó a su padre y a sus hermanos, pero sus hermanos lo aborrecieron y le envidiaron aún más, pensaron en matarlo, pero después tomaron la decisión de venderlo como esclavo. (Génesis 37:1-11).
Dios le había dado la visión a José de lo que quería hacer en su vida. Dios quería engrandecerlo, pero por supuesto que José tendría que hacer su parte. Y para esto él tenía que luchar y actuar de acuerdo a la Palabra de Dios. Así como Dios dio un sueño a José, Dios ha dado un sueño a cada uno de nosotros. Pero hubo un gran error que cometió José y que por igual muchos de nosotros solemos hacer y fue que José contó su sueño. Cuando se tiene un sueño, es mejor no compartirlo, porque puede ser que a quienes lo contemos no estén en la misma fe y es ahí que surgen las palabras negativas, las cuales dan lugar a las dudas.
A pesar de José haber sido vendido como esclavo, él no perdió la confianza en Dios, no dejó de perseverar, y hacia las cosas con un corazón sincero. Sea en la posición que nosotros nos encontremos no podemos de dejar de hacer lo mejor para Dios. Aún siendo José un esclavo, era un hombre prospero porque él hacía lo recto delante de Dios. Parecía avanzar todo bien en la vida de José, pero como Satanás no descansa y siempre busca la manera de destruirnos, usó a la esposa de su amo quien provocaba a José. Pero como José era de Dios, a causa de esto la rechazó. José fue tentando, pero él resistió y venció. La mujer al sentirse rechazada y humillada, acusó a José falsamente. José fue puesto en la cárcel. (Génesis 39:1-20).
Al parecer José había perdido toda oportunidad, pero Dios sabía quién era José y Él estaba con él. José nunca renegó contra Dios por lo que estaba aconteciendo, porque él tenía la certeza de que aún pasando tantas adversidades, Dios estaba con él. El hombre de Dios tiene que resistir, porque para que podamos conquistar, todo tiene un precio, y este es el sacrificio, resistir al pecado, al mal, porque existe la tentación.
¿Qué debemos hacer delante de las dificultades, obstáculos y persecuciones? ¿Vamos a desistir de nuestro sueño? De ninguna manera, pero Satanás siempre va a luchar para que nosotros desistamos de nuestros sueños. Solo aquellos que están dispuestos a sacrificar y a pagar un precio pueden conquistar la realización de sus sueños.
Estando José en la cárcel, le fue confiado el cuidado de los presos. Ahí estaban el copero y el panadero del rey, los cuales José les interpretó sus sueños. Cuando el copero fue libre José le pidió que tuviera misericordia y se recordara él. Al cabo de 2 años el copero se recordó de José y fue llamado para interpretar el sueño del rey. (Génesis 40:1-23, 41:1-38).
El rey puso a José como gobernador de Egipto (Génesis 41:38-48). Dios hizo una promesa para José, pero él tuvo que saber esperar la respuesta de Dios y finalmente fue honrado. Todo en nuestra vida tiene un proceso, José fue vendido a la edad de 17 años y fue puesto como gobernador cuando tenía 30 años. No se puede lograr una transformación de la noche a la mañana, porque para lograrla es necesario no desistir antes las luchas y proseguir en nuestras metas y sueños.
Algo más que hizo José, fue perdonar a su familia, José era de Dios y por esto él no guardaba ningún rencor en contra de sus hermanos. (Génesis 45:4-5). Si usted tiene un sueño, luche por él, mantenga su corazón limpio como lo hizo José, persevere, determine, no desista, no se desanime delante de las palabras negativas, no retroceda, siga en la fe y en su determinado momento Dios le dará la victoria y hará su sueño realidad.
Dios los bendiga.
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